Tragaluces inclinados pensados según la incidencia de la luz solar
El arquitecto Jorge Broughton, diseñó dos casas es las cuales el tragaluz fue creado, pensado e instalado de acuerdo a los equinoccios de Otoño y Primavera, tomando en consideración la latitud de la residencia.
Broughton, es reconocido por su desarrollo en Chile por más de 24 años del sistema constructivo en base a fardos de paja y barro, construyendo hasta la fecha más de 30 viviendas con esta técnica sumando aproximadamente 7.000 m2 construidos. La idea guía máxima en sus diseños es siempre considerar la inclinación del sol; y es que en sus palabras “El sol tiene un comportamiento geométrico en relación al lugar donde se construye”.
En esta entrega, nos hemos interesado particularmente por su diseño en dos casas de Lo Curro, en las cuales se instaló un tragaluz calculando la inclinación de 59 grados respecto a la posición del Sol a las 12 del mediodía, justo en el equinoccio de otoño y de primavera, de acuerdo con la latitud donde se encuentra ubicada cada casa.
¿Qué genera esto?
Según Broughton, “Cuando ocurre el equinoccio de primavera y el sol está más alto, la luz no llega directamente al tragaluz para que no se caliente tanto. Por el contrario, en el equinoccio de otoño, el tragaluz recibe luz y calor cuando se necesita”.
Pero, ¿Cómo instaló el tragaluz? ¿Cómo está fabricado? o ¿Cómo calienta la casa son preguntas que vienen a la mente cuando se plantea esta noticia.
En una de las casas el tragaluz fue instalado en la cocina, que según lo que explica el arquitecto genera que “el lado sur interior de la casa se ilumina y calienta con el tragaluz, y la zona norte con las ventanas”. Esto lo hizo pensando que las viviendas de Lo Curro, miran a Santiago desde el sur, y en su búsqueda y preocupación por no perder esta vista dejó ventanas con esta misma orientación, añadiendo por otra parte el tragaluz para compensar la pérdida de luminosidad.
Su fabricación fue hecha con un termopanel y una inclinación que permite que los rayos del sol, entren directamente en invierno; mientras que, en contraposición, en verano entran de forma indirecta al chocar con la paletas del alero, que cortan el sol en verano y sobresale del techo desde el muro.
Además, el alero, también está pensando como un quiebrasol, siendo una especie de reloj solar o iluminador.
Algo que es muy obvio, es que el sol es energía, es calor, por ende al entrar la luz solar por el tragaluz, esta misma permite calentar la casa naturalmente, todo dependerá también del sistema de aislación del hogar, lo que permitirá que el calor pueda conservarse en mayor o menor medida.
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